El tiempo ganado
La mañana rasguñaba las persianas y me ardían los ojos por el maquillaje corrido. Siento una molestia en las costillas y me doy cuenta de que no me saqué el corpiño, sigo con la misma remera de anoche… Tengo un brazo dormido por la posición ridícula en que me desperté. Oigo pájaros y otro ruido […]