Tanto me insistieron en que vea Kyle XY que hice caso. Luego de terminar las dos temporadas -¿alguien sabe cuando largan la tercera?-, me he dado cuenta de que somos idénticos. No me comparo con XX, que como portadora de doble cromosoma X es una zorra, pero con el machito de la cría me siento completamente identificada en muchas cosas.
Kyle: Es raro, parece extraterrestre. Marina: es rara, parece idiota.
Kyle: Fisicamente es perfecto, pero no tiene ombligo. Marina: Fisicamente es una lástima, pero la panza cervecera está borrandole el ombligo.
Kyle: Tiene una puntería perfecta encestando al básquet. Marina: En dos de cada tres mates, no logra acertarle con la bombilla a la boca.
Kyle: Puede mantener la atención por horas en una cosa si se concentra. Marina: Por más que se esfuerce, se pierde viendo el programa de Tinelli.
Kyle: Tiene un asombroso talento para el dibujo, con una técnica entre impresionista e hiper-realista. Marina: Tiene una asombrosa discapacidad para hacer dos veces su propia firma aunque sea parecida.
Kyle: Es tan bueno en la actividad física como en la intelectual. Marina: Es tan espantosa en la actividad física como en la intelectual.
Kyle: Le cuesta entender las expresiones comunes, frases hechas o dichos. Marina: Le cuesta mucho elaborar pensamientos originales y se comunica mayormente con frases hechas y expresiones comunes.
Kyle: Tiene una actividad cerebral total. Marina: Tiene una actividad cerebral “limitada o nula”.
Kyle: Puede mover un vaso de agua con el poder de la mente. Marina: Casi siempre vuelca los vasos llenos con el codo.
Kyle: Duerme en la bañera. Marina: Se duerme siempre en el colectivo (y muchas veces se pasa de la parada).
Kyle: Casi nunca hace cagadas, y cuando le salen nadie sospecha de él. Marina: Se la pasa haciendo cagadas, por lo que la acusan hasta de cosas con las que no tuvo nada que ver.
O, pensándolo bien, más que dos gotas de agua son dos caras de la misma moneda ¿no?