– Bueno, me voy pidiendo un taxi porque no doy más…
– ¿Ya te vas? Quedate conmigo –
– No, mejor me voy. Igual la pasé bien… al final nos conocimos.
– Si, sos casi como me imaginaba que eras.
– ¿Casi?
– Si, sos más petisa…
– Yo siempre dije que no era alta. No prestás atención, jajaja
– Y la voz… tenés la voz finita. Pensé que tenías la voz más gruesa, sexy…
– Bueno, te lo debo…
– ¿Y yo? ¿Yo me parezco a lo que te imaginabas?
– Seh… ninguna sorpresa… Llegó el taxi. Chau, entonces.
– ¿Seguro que no te querés quedar?
– SEGURÍSIMA
1 comentario
Los comentarios están cerrados.
Durisimo cierre, durisimo…