La generación I 2.0, la Cola y el fin del Marketing de Masas

Lo mas importante para comprender el fenómeno web 2.0 es romper con el paradigma de que todo puede ser explicable. Es tan tonto tratar de explicar como funcionan los recursos, como pedirle a una persona que justifique por qué se saca antes -o después- las medias que los pantalones.
Adhiero absolutamente con lo que dijo J. C. Lucas -en DDW 2007- que se basa en encarnar una identidad mediante los diferentes recursos que están a la mano. En la web 2.0 se ES, y uno arma sus ideas y las desarma sin dar mayores explicaciones, o suscribe a pensamientos en función de sus intereses. Eso constituye la mecánica del crecimiento y el aprendizaje continuo. Los vínculos entre las personas son mucho más directos, son mucho más sanos. Es un concepto “antiguo” pensar que hoy la internet aísla porque la relación pasa a ser relevante para las partes involucradas. Todos los conceptos -o actividades- que se expresan o llevan a cabo en un blog, Twitter, Second Life, etc. son significativos para alguien. Se trabaja para TODOS. Se ES para alguien. El hedonismo intelectual propio al servicio del placer de la generación completa.
El mundo físico -con sus limitaciones- deja de ser un obstáculo para entrar en contacto. No sería descabellado que un argentino inicie un proyecto de “Las mil posibilidades culinarias de un arenque”, porque esa identidad puede resultar atractiva para un pequeño grupo de habitantes de Noruega, una comunidad de finlandeses que viven en la India o un holding importador de delicatessen de Nueva York. Para los que aún no han tomado contacto con el concepto de The Long Tail, les sugiero que se den una vuelta por el artículo que originó en brillante libro de Chris Anderson Nota en Wired Magazine y el blog (siempre hay un blog :-D) The Long Tail

Estoy entrando en calor de nuevo. Creo que esta vez sí voy a postear más seguido.